Embolismo Pulmonar

Supervisión de contenido Doctor Enrique López Mora
Artículo escrito por el Médico Internista Juan Miguel Guerrero Hernández

La trombosis es el proceso que tiene como resultado la formación de un trombo (coágulo) por parte de la cascada de coagulación (serie de reacciones químicas que tiene como finalidad formar un coágulo). Normalmente nuestro organismo lleva a cabo esta reacción constantemente teniendo un delicado equilibrio entre la desintegración y la formación de coágulos, para evitar el sangrado y la trombosis excesiva. El sistema fibrinolítico es el encargado de regular la formación de trombos a través de la desintegración de moléculas de fibrina, que es la molécula fundamental que contienen los trombos.

SISTEMA VENOSO PROFUNDO
El cuerpo cuenta con un sistema venoso el cual se encarga de drenar la sangre con contenido de desechos metabólicos por parte de las células (sangre venosa) con poco oxígeno, dirigiéndola hacia el corazón derecho y finalmente hacia la circulación pulmonar para ser oxigenada de nuevo y convertirse en sangre arterial, la cual viajará a través del sistema arterial hacia todos los tejidos del cuerpo para otorgarles nutrientes y oxígeno. El sistema venoso cuenta con una parte muy importante que se encuentra a nivel de la piernas denominado sistema venoso profundo, el cual tiene una serie de válvulas que permite el flujo adecuado de la sangre.

TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA
La Trombosis Venosa Profunda es una enfermedad caracterizada por la trombosis aguda o crónica del sistema venoso profundo con la presencia de un coágulo que provoca la obstrucción total o parcial de las venas de los miembros inferiores. Los principales síntomas de esta enfermedad son el edema (hinchazón) y dolor localizado, por lo general únicamente en la pierna afectada. El tratamiento se basa en anticoagulación oral por al menos 3 meses, aunque cada vez más se utiliza con más frecuencia el tratamiento intervencionista a través de un cateterismo con la extracción del trombo venoso.

EMBOLISMO PULMONAR AGUDO
En algunas ocasiones, un trombo ubicado en el sistema venoso profundo, puede migrar hacia la circulación pulmonar (fenómeno llamado embolismo) ocasionando una oclusión y disminución aguda del flujo sanguíneo pulmonar. Esta enfermedad es globalmente la tercera causa de síndrome cardiovascular agudo (después de infarto cardíaco y evento cerebrovascular). En estudios epidemiológicos se ha encontrado que la enfermedad ocurre en hasta 115 personas por cada 100,000 habitantes. Estudios indican además que el tromboembolismo venoso es hasta 8 veces más frecuente en personas mayores de 70 años, siendo este un factor de riesgo para la enfermedad. Es una de las principales causas de mortalidad cardiovascular.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Los principales síntomas del embolismo pulmonar agudo se dan súbitamente y por lo general se caracterizan por falta de aire (disnea), dolor torácico y pérdida transitoria del estado de alerta (síncope). La presentación más grave de esta enfermedad es la muerte súbita cardíaca, por lo que siempre debe considerarse su presencia en caso de que ocurra esta manifestación de la enfermedad.

¿CÓMO HACEN EL DIAGNÓSTICO?
La complejidad de abordar un Embolismo pulmonar agudo radica en la estratificación del riesgo de presentar la enfermedad. Esto lo hacen los médicos en el servicio de urgencias a través de escala de riesgo bien validadas, las cuales los orientarán hacia realizar estudios de laboratorio específicos para la enfermedad como el Dímero D (en pacientes con riesgo intermedio-bajo) o, idealmente, realizar una Angiotomografía de la circulación pulmonar (en
pacientes con Dímero D positivo y/o con riesgo alto). En la Angiotomografía pulmonar se pueden observar imágenes sugestivas de trombo o disminución de la perfusión de la circulación pulmonar.

¿CÓMO SE DECIDE EL TRATAMIENTO?
Una vez hecho el diagnóstico, es importante estratificar el riesgo de complicaciones y de muerte del paciente en base a diversas cuestiones clínicas que se evalúan en ese momento. Algo muy importante es la presencia de Falla Ventricular Derecha, la cual invariablemente se relaciona con una mayor mortalidad en estos pacientes.
Con base al riesgo calculado, se decidirá si el paciente es candidato únicamente a tratamiento con anticoagulación por al menos 3 meses o si es necesario administrar una medida de salvamento llamada Fibrinolisis sistémica en la cual se administra un medicamento que desintegra específicamente las moléculas de fibrina encontradas en el trombo. Sin embargo, el riesgo de esta modalidad de tratamiento es el sangrado, siendo el más peligroso el sangrado a nivel cerebral.

¿QUÉ SECUELAS PUEDE DEJAR EL EMBOLISMO PULMONAR AGUDO?
Una de las principales secuelas es la Hipertensión pulmonar por enfermedad tromboembólica crónica, la cual por definición es la presencia de Hipertensión pulmonar después de 3 meses de tratamiento con anticoagulación óptima en un paciente que haya padecido Embolismo pulmonar agudo. Esto puede causar diversas afecciones sobre todo una sobrecarga de trabajo para el ventrículo derecho del corazón, el cual se encarga de bombear la sangre hacia la circulación pulmonar, provocando dilatación y falla de este sistema.
Una vez que un paciente presente esta enfermedad, es importante derivarlo a un centro experto en Circulación pulmonar para su posterior evaluación.

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