Hipertensión Pulmonar
La hipertensión pulmonar define la elevación de la presión dentro de las arterias pulmonares (aquellas que llevan sangre del corazón de los pulmones) por encima de lo normal. Es decir, una presión media en reposo igual o mayor a 25mmHg indica que la presión es demasiada. Como consecuencia, el corazón tiene que trabajar demás para vencer esta presión, y con el paso del tiempo, causa muchos problemas a quienes le padecen.
Se calcula que la hipertensión arterial pulmonar incrementa de 2-7.6 casos por millones de adultos al año, principalmente en mujeres. La hipertensión pulmonar afectar mayormente a personas con enfermedades respiratorias severas y enfermedades cardíacas acompañantes.
¿Por qué aumenta la presión en las arterias pulmonares?
A consecuencia de una remodelación de las arterias. Estas, en turno, causan la remodelación del corazón, quien se engruesa de su lado derecho para combatir la elevada presión. Sin embargo, estos cambios del corazón derecho también pueden incluir isquemia (falta de oxígeno en el corazón) o fibrosis (cicatrización adentro del corazón), reduciendo el funcionamiento del ventrículo derecho del corazón. El daño acumulado al ventrículo derecho puede condicionar a insuficiencia ventricular derecha, lo cual es responsable de una constelación de síntomas.
Existen enfermedades adicionales que, por distintos mecanismos, aumentan la presión pulmonar. Estas incluyen esclerosis sistémica, hipertensión portal (habitualmente en una cirrosis mal manejada), cardiopatía congénita y embolia pulmonar previa.
¿Cuáles son los síntomas de la hipertensión pulmonar?
Los pacientes con hipertensión arterial pulmonar habitualmente manifiestan la sensación de falta de aire, que suele empezar durante el esfuerzo, pero puede incluso a llegar a ser durante el reposo.
Habitualmente padecen también de cansancio, reducida capacidad para hacer, hinchazón de las piernas, pérdida del apetito, desmayos y muerte prematura, estos a causa de la insuficiencia ventricular derecha.
En ocasiones infrecuentes podrán aquejar tos, dolor abdominal o tos productiva con sangre.
Es importante hacer consciencia en que los pacientes con hipertensión pulmonar severa pueden deteriorarse rápidamente, puesto que son singularmente propensos a las taquiarritmias (arritmia del corazón en la que aumenta su velocidad de latido), principalmente al aleteo auricular.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
El diagnóstico requiere de ciertas pruebas, que sólo se utilizarán ante pacientes con sospecha. Es requisito la falta de aliento para someter a los individuos al abordaje para diagnosticar la hipertensión pulmonar.
Habitualmente, el primer examen en realizarse es un ecocardiograma. Mediante este estudio, a través de ondas sonoras no radiantes, se logran para crear imágenes del corazón, y medir indirectamente la velocidad del flujo sanguíneo. Además, en la
- Radiografía del tórax
- Tomografía computarizada (TAC) del tórax
- Un electrocardiograma
- Exámenes de sangre (algunas moléculas ayudan a hacer un pronóstico más adecuado)
- Pruebas de función pulmonar
- Estudio del sueño
Si todas las pruebas previas no consiguen encontrar una causa alternativa a los síntomas, será necesario un cateterismo, el cual es el único estudio capaz de confirmar el diagnóstico, pues mide directamente la presión pulmonar. El médico colocarando una sonda delgada y flexible (catéter) en una vena en la ingle (o en el brazo) y avanzando la sonda hasta el corazón, para medir desde dentro la presión.
¿Qué tratamiento se les indica a las personas con hipertensión arterial pulmonar?
No existe cura para la hipertensión arterial pulmonar. El tratamiento, no obstante, ha mejorado drásticamente dura lo largo de los últimos años, permitiendo minimizar los síntomas y prolongar la vida.
El tratamiento incluye un grupo basto de fármacos que actúan de maneras distintas. Entre ellos destacan:
- Diuréticos: En caso de insuficiencia ventricular derecho
- Anticoagulantes: Ayuda a prevenir los coágulos de sangre en los pulmones.
- Oxígeno
- Ejercicio
- Inhibidores de la fosfodiesterasa: Ayudan a relajar la musculatura de la pared de las arterias pulmonares. El más conocido de esta familia es el sildenafil, mejor conocido como Viagra.
Las personas con síntomas que no seden a los medicamentos podrán ser candidatos para cirugía. En algunos casos un procedimiento cardíaco, en el que mediante la apertura de un agujero en el corazón se construye un circuito adicional para solucionar la lucha contra la presión aumentada de los pulmones, puede ser suficiente. En otros casos, trasplante de pulmón (generalmente de pulmón doble), podrá ser la única alternativa.
¿Qué sucede después del diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad?
La hipertensión pulmonar es una enfermedad grave. Desgraciadamente, la enfermedad empeora gradualmente y es probable que termine por imposibilitar llevar una vida cotidiana. Cuando se presenta en niños, la enfermedad podría mejorar con el tiempo, así como también podría empeorar.
Los medicamentos y el oxígeno podrían hacer que se sienta mejor y viva más tiempo. No obstante, la mortalidad que se mantiene en torno al 50% a los cinco años posteriores al diagnóstico. Cabe destacar que este porcentaje ha mejorado significativamente en las últimas dos décadas, y se espera que se incremente aún más en los años siguientes.
Fuentes:
- UpToDate (2019) Patient Education (The Basics)Fecha de revision 08/08/2019 Visto en: https://www.uptodate.com/contents/pulmonary-hypertension-the-basics?search=pulmonary%20hypertension%20basics&source=search_result&selectedTitle=2~150&usage_type=default&display_rank=2
- Thenappan, T., Ormiston, M. L., Ryan, J. J., & Archer, S. L. (2018). Pulmonary arterial hypertension: pathogenesis and clinical management. BMJ.
- Kiely, D. G., Elliot, C. A., Sabroe, I., & Condliffe, R. (2013). Pulmonary hypertension: diagnosis and management. BMJ.
- Farber, H. W., & Loscalzo, J. (2004). Pulmonary Arterial Hypertension. New England Journal of Medicine, 351(16), 1655–1665.
- McGoon, M.D & Kane, G. C. (2009) Pulmonary Hypertension: Diagnosis and ManagementMayo Clin Proc. 84(2):191-207.