Resonancia Magnética
Las Imágenes por Resonancia Magnética (IRM) se obtienen al someter al paciente a un poderoso campo electromagnético que atrae a los protones de los átomos de hidrógeno que forman parte de las moléculas de agua abundante en nuestro organismo, los cuales, al ser estimulados por las ondas de radiofrecuencia salen de su alineamiento normal. Cuando el estímulo se suspende, los protones regresan a su posición inicial, liberando energía receptada por las antenas y posteriormente procesada por una computadora, esto permite obtener las imágenes.
La resonancia magnética no utiliza radiación ionizante y hasta la fecha no existe evidencia científica de efectos secundarios significativos en el cuerpo humano causados por los campos magnéticos ni los pulsos de radio-frecuencia.
Es similar a la tomografía axial computada; el paciente se coloca en una plataforma deslizante, que lo introduce en un dispositivo en forma circular tipo “dona” en el cual está el poderoso electroimán. Se necesita ayuno para realiza esta prueba. Esta prueba no causa dolor. En ocasiones se utiliza contraste intravenoso para poder visualizar ciertas lesiones.
Referencias:
Stark, D. David, Bradley, William. G. Resonancia Magnética. 3era Edición. Ed. Harcourt, Madrid Barcelona. 2007.
Moller, Reif. Resonancia Magnética Manual de protocolos. 2da Edición. Ed. Médica Panamericana, México. 2007.