Escrito por el Dr. Alejandro López Leija. Medicina Interna.

¿Qué sucede con nuestro corazón a mayor edad? ¿A mayor edad, mayor riesgo cardiovascular? A continuación, todo sobre la edad y corazón.

Como ya se ha mencionado en otros artículos, existen múltiples factores de riesgo cardiovascular, los cuales se pueden dividir en aquellos que son modificables y aquellos que no son modificables. La edad es un factor de riesgo cardiovascular no modificable. Lo anterior no significa que envejecer sea malo, es un proceso natural. Sin embargo, a mayor edad existe mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y por ello es necesario ser más cuidadoso con otros factores de riesgo cardiovascular modificables en personas de grupos de edad mayores.

Con el paso del tiempo nuestro cuerpo experimenta cambios asociados a la edad. Con el paso de los años, las arterias del cuerpo se endurecen y pierden flexibilidad, lo cual favorece la presencia de hipertensión en este grupo de edad. También el corazón se desgasta y puede perder un poco de su capacidad para bombear sangre a todo el cuerpo, por lo que para compensar dichos cambios, el corazón puede sufrir alteraciones estructurales que a largo plazo pueden degenerar en insuficiancia cardíaca. De igual manera a mayor edad, aumenta la prevalencia de otras enfermedades como la dislipidemia con aumento del colesterol, la enfermedad renal crónica que por sí misma es un factor de riesgo cardiovascular, y las complicaciones de enfermedades metabólicas como la diabetes. Por todo ello el riesgo de enfermedad coronaria e infarto agudo al miocardio, enfermedad vascular cerebral y enfermedad arterial periférica, entre otras, aumenta.

Debemos entender que el envejecimiento es un proceso normal por el que todo ser vivo pasa. Todo sistema con el paso de los años se desgasta. El corazón y el sistema circulatorio no son la excepción. Sabemos que no podemos evitar el paso del tiempo ni los riesgos que la edad genera en nuestra salud. Lo que sí podemos hacer es disminuir el riesgo cardiovascular que otros factores modificables generan. Al disminuir el riesgo cardiovascular, se disminuyen las probabilidades de enfermar. Otros artículos de esta sección se enfocan en distintos factores de riesgo cardiovascular modificables como los niveles altos de colesterol, el tabaquismo, el sedentarismo, la diabetes y la hipertensión mal controladas, la obesidad y el sobrepeso, entre otros.

Como ya hemos dicho, el aumento de la edad aumenta el riesgo cardiovascular. Es por ello que debemos ser sumamente estrictos en disminuir otros factores de riesgo. Algunas de las medidas recomendadas en la población de mayor edad para disminuir el riesgo cardiovascular son:

1. No fumar/ dejar de fumar. Como ya se ha dicho, el tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo modificables cardiovadcular y de otras enfermedades.

2. Hacer ejercicio: como se ha dicho en otros artículos de esta sección, el sedentarismo, es decir la falta de actividad física, aumenta el riesgo cardiovascular. En la población mayor no solamente se asocia con aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que se asocia con pérdida de la masa muscular y disminución en la funcionalidad e independencia. Hacer ejercicio al menos 30 min, 5 días a la semana disminuye el riesgo cardiovacular. La actividad física disminuye la pérdida de masa muscular y favorece mayor capacidad funcional e independencia del adulto mayor.

3. Alimentación balanceda: al igual que el punto anterior, la alimentación balanceada se asocia con disminución del riesgo metabólico y cardiovascular en la población general. En los adultos mayores una adecuada nutrición también se asocia con menor pérdida de masa muscular y con mayor fuera e independencia de las actividades de la vida diaria.

4. Adecuado control de enfermedades: en la población mayor es sumamente común la presencia de múltiples enfermedades como la diabetes, la hipertensión, el colesterol elevado, entre otras. El adecuado control de estas enfermedades disminuye el riesgo cardiovascular, por lo que es de suma importancia el seguimiento estrecho con un médico y la adecuada realización de las medidas terapéuticas indicadas por este.

Cuando entendemos el gran trabajo que realiza nuestro corazón y que eventualmente va a envejecer con nosotros, podemos ser conscientes y cuidarlo para que se mantenga lo más sano posible. Disminuir el riesgo cardiovascular depende de la disminución de los factores de riesgo modificables. Un corazón viejo no tiene que ser un corazón enfermo, puede seguir siendo un corazón sano y funcional si lo cuidamos adecuadamente.

Referencias:

• Dhingra, R., & Vasan, R. S. (2012). Age as a risk factor. The Medical clinics of North America, 96(1), 87–91. doi:10.1016/j.mcna.2011.11.003
• Lind, L., Sundström, J., Ärnlöv, J., & Lampa, E. (2018). Impact of Aging on the Strength of Cardiovascular Risk Factors: A Longitudinal Study Over 40 Years. Journal of the American Heart Association, 7(1), e007061. doi:10.1161/JAHA.117.007061
• Guía de Práctica Clínica. Detección y estratificación de factores de riesgo cardiovascular. Evidencias y Recomendaciones. CENETEC.
• Olvera Lopez E, Jan A. Cardiovascular Disease. [Updated 2019 Jun 20]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2019 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK535419/