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Hipertensión

Hipertensión

Escrito por el Dr. Alejandro López Leija. Medicina Interna.


La presión arterial es la presión que ejerce el paso de la sangre sobre la pared de vasos sanguíneos. Como el ciclo del corazón tiene dos fases principales, una de bombeo y otra de relajación conocidas como sístole y diástole respectivamente, la presión sanguínea varía en cada una de ellas, aumentando en la fase de sístole (bombeo) y disminuyendo en la fase de diástole (relajación). Por lo anterior, la medición de la presión arterial consta de dos cifras: un primer número que representa la presión durante la sístole y una segunda cifra que representa la presión durante la diástole.

Cuando existe una elevación por encima de los rangos de presión arterial considerados como normales se conoce como hipertensión arterial. Es importante remarcar que esta enfermedad no genera síntomas. Por ello muchas personas que padecien de hipertensión arterial no lo saben hasta que presentan complicaciones graves asociadas a esta enfermedad.

La importancia de la hipertensión arterial radica en que es un factor de riesgo muy importante para enfermedades graves como la insuficiencia cardíaca, la enfermedad vascular cerebral, el infarto agudo al miocardio y la enfermedad renal crónica. Padecer de hipertensión predispone a la persona a padecer una amplia gama de enfermedades y es por ello que una detección temprana y un tratamiento adecuado son impresindibles para gozar de buena salud a largo plazo.


La hipertensión como factor de riesgo cardiovascular y de otras enfermedades:


Cardiopatía hipertensiva:

El aumento de la presión en las arterias genera que exista una sobrecarga de trabajo para el corazón. Este tiene que generar una mayor fuerza de contracción para poder bombear la misma cantidad de sangre a través de vasos sanguíneos con presión elevada; es decir, con una resistencia al flujo de sangre aumentada. Para lograr esto, el corazón crece, aumentando el número de fibras musculares cardíacas con las cuales puede generar una mayor fuerza de contracción y con ello vencer la resistencia vascular. Sin embargo, el aumento del número de fibras cardíacas trae consigo un desbalance en el funcionamiento adecuado del corazón. En primer lugar, requiere de mayor oxígeno para trabajar adecuadamente, lo cual hace a este tejido más sendible a la falta de oxígeno y por ello más propenso al infarto cardíaco. También el aumento de las fibras musculares dismuye la capacidad de relajación del tejido, con lo cual se disminuye también la capacidad de llenado de los ventrículos, pudiendo incluso condicionar insuficiencia cardíaca.

Ateroesclerosis:
La ateroesclerosis se genera cuando existe depósito de colesterol dentro de las paredes de las arterias, mismo que no puede ser eliminado y se acumula. A la acumulación de colesterol en las paredes de las arterias se le conoce como placa de ateroma. Esta placa de ateroma puede crecer hasta romperse hacia el interior del vaso sanguíneo. Cuando una placa de ateroma se rompe, libera factores que inducen la activación de los factores de la coagulación, formando un coágulo que puede obstruir completamente la luz del vaso y generar un infarto. La hipertensión arterial genera daño sobre la pared de los vasos sanguíneos, facilitando así la acumulación de depósitos de colesterol. Es por ello que la hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, dado que su presencia facilita la generación placas de ateroma y con ello aumenta el riesgo de enfermedades como el infarto agudo al miocardio, la enfermedad vascular cerebral o la enfermedad arterial periférica, entre otras.

Hemorragias intracraneales:
Como ya se ha dicho, la hipertensión arterial puede generar daño directo sobre las arterias. Cuando la presión es en extremo elevada, puede causar una hemorragia cerebral por ruptura de los vasos sanguíneos de este órgano. Esta situación puede poner en riesgo la vida y la funcionalidad.

Daño microvascular:
La hipertensión arterial puede también dañar a los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo. En los ojos se generan cambios en los vasos sanguíneos que nutren a la retina que al progresar, pueden causar pérdida irreversible de la visión. En los riñones, la presión arterial puede generar daño renal progresivo que puede degenerar en una enfermedad renal crónica irreversible que puede condicionar incluso la necesidad de terapia sustitutiva renal con diálisis o hemodiálisis.


Factores de riesgo para padecer hipertensión arterial:


Los principales factores de riesgo se dividen en aquellos modificables, es decir aquellos en los cuales podemos incidir positivamente para disminuir nuestro riesgo; y aquellos no modificables que si bien no podemos cambiar, nos hacen conscientes del aumento del riesgo y con ello nos hacen ser más .

Factores de riesgo modificables:


1. Sedentarismo (falta de actividad física)
2. Sobrepeso y obesidad
3. Dieta no saludable: comidas altas en grasas saturadas, con alto contenido calórico y de sodio aumentan el riesgo.
4. Tabaquismo: fumar eleva la presión presión arterial.
5. Consumo de alcohol: el consumo regular de alcohol eleva el riesgo de padecer esta enfermedad.
6. Estrés: niveles altos de estrés favorecen la aparición de hipertensión.
7. Diabetes: esta enfermedad habitualmente puede acompañarse de hipertensión arterial. Es común que las personas con diabetes desarrollen hipertensión.
8. Apnea del sueño: es un trastorno del sueño que puede aumentar el riesgo de múltiples enfermedades cardíacas.


Factores de riesgo no modificables:


1. Historia familiar de hipertensión
2. Género: los hombres tienen mayor riesgo de desarrollar hipertensión. Pero, a partir de los 65 años el riesgo se invierte y las mujeres son más propensas a desarrollar la enfermedad.
3. Edad: es más frecuente después de los 40 años.
4. Raza: las personas de raza negra tienen mayor riesgo.


Síntomas de hipertensión:


La hipertensión es una enfermedad silenciosa por que no genera ningún síntoma en la mayoría de las ocasiones. Una persona con hipertensión se puede sentir absolutamente normal y aún así tener cifras elevadas de presión arterial. En pocas ocasiones, la hipertensión se relaciona con la aparición de dolores de cabeza, mareo o confusión. Cuando existen complicaciones de esta enfermedad, la sintomatología que se desarrolla suele corresponder a la siuntomatología propia de la complicación y no necesariamente de la hipertensión.


Diagnóstico de hipertensión


Esta enfermedad la debe diagnosticar un médico, por lo que en una consulta usted puede saber si su presión arterial se encuentra elevada o no.
Tome en cuenta que su médico debe interrogar sobre sus factores de riesgo y realizará la toma de presión arterial en dos o más ocasiones utilizando un aparato llamado esfigmomanómetro. Del mismo modo le dará seguimiento para verificar y seguir sus niveles de presión. Recuerde que la única forma de saber si sus niveles son normales es realizando mediciones de su presión con la regularidad que su médico le indique.


Valores normales de presión arterial


Valores por debajo de 120/80 mmHg son considerados normales.
Valores de 120/80 mmHg a 129/80 mmHg son clasificados como elevados.
Se considera hipertensión a valores por arriba de 130/80 mmHg.


Medición de la presión arterial en casa:


Es recomendable medir la presión arterial en casa, ya que usted puede identificar cifras anormales de presión y comentarlas con su médico oportunamente. Incluso, es posible que su médico le solicite medir la presión arterial en casa mediante un monitor portable y automático, su uso no requiere conocimientos médicos, simplemente se coloca en el brazo y al presionar un botón comienza a tomar su presión. Es importante mencionar que se prefiere el uso de los monitores que se colocan en el brazo sobre los que se colocan en la muñeca. Tome en cuenta que no todos los monitores ofrecen cifras certeras por lo que deberá comparar sus mediciones con las mediciones realizadas en la consulta médica. Utilice un dispositivo validado y calibrado.

Al realizar la toma de presión arterial, es importante que usted siga estos consejos:


1. Repose en una silla al menos 5 minutos antes de realizar la toma, asegúrese de estar relajado y tranquilo.
2. Mantenga recta su espalda y apóyela sobre el respaldo de la silla.
3. Descanse sus brazos en una superficie plana, por ejemplo, en una mesa y manténgalos a la altura del corazón.
4. Mientras se encuentre sentado trate de moverse lo menos posible, coloque sus pies firmes sobre el piso.
5. Coloque el brazalete justo por arriba del codo, su brazo debe estar flexionado y descansando sobre una superficie plana.
6. No hable durante la medición.
7. Realice la medición de su presión arterial por las mañanas antes de tomar cualquier medicamento y de nuevo por la tarde.
8. Registre todas las mediciones e informe a su médico sobre ellas.
9. Si toma dos mediciones seguidas deje pasar al menos dos minutos entre cada toma de presión arterial.
10. No fume, no ingiera bebidas alcohólicas o con cafeína ni realice ejercicio 30 minutos previos a la toma.


Tratamiento de la hipertensión:


Si usted tiene hipertensión, lo más importante es que trabaje junto con su médico para mejorar y cuidar sus niveles de presión arterial. Mida y registre sus niveles, y cuide su estilo de vida.

Los cambios en el estilo de vida son factores claves en el manejo de la hipertensión: hacer ejercicio, llevar una dieta balanceada con bajo contenido de sodio, mantener el peso adecuado, limitar el consumo de alcohol, evitar fumar y manejar adecuadamente el estrés.

El médico puede prescribir una amplia gama de medicamentos para la dismunución de la presión arterial. Es imprescindible tomar de forma adecuada los mismos y llevar un registro de las cifras de presión arterial en casa. Este registro le sirve al médico para saber qué ajustes en los medicamentos son pertinentes para mantener las cifras de presión arterial dentro de parámetros normales.


Referencias:


• Muntner P, Carey RM, Gidding S, et al. Potential US Population Impact of the 2017 ACC/AHA High Blood Pressure Guideline. Circulation 2018; 137:109.
• Basile, Bloch (2019) Overview of hypertension in adults. UpToDate.
• Whelton PK, Carey RM, Aronow WS, et al. 2017 ACC/AHA/AAPA/ABC/ACPM/AGS/APhA/ASH/ASPC/NMA/PCNA Guideline for the Prevention, Detection, Evaluation, and Management of High Blood Pressure in Adults: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines. Hypertension 2018; 71:e13.
• Guías de Práctica Clínica. CENETEC. Diagnóstico y Tratamiento de la Hipertensión Arterial. Evidencias y Recomendaciones.
https://www.cdc.gov/nchs/data/ahcd/namcs_summary/2014_namcs_web_tables.pdf
• Ali A, Abu Zar M, Kamal A, et al. American Heart Association High Blood Pressure Protocol 2017: A Literature Review. Cureus. 2018;10(8):e3230. Published 2018 Aug 29. doi:10.7759/cureus.3230