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Tabaquismo

Tabaquismo

Escrito por el Dr. Alejandro López Leija. Medicina Interna.


Todos hemos escuchado que fumar tiene consecuencias negativas para la salud, pero ¿sabemos qué problemas genera? ¿porqué es importante dejarlo? ¿qué tanto daño hace?

El tabaquismo es una adicción. Los cigarrillos en la actualidad contienen una amplia gama de sustancias tóxicas que son nocivas para la salud. Al fumar, dichas sustancias nocivas pasan a través de la boca, pasan por la faringe a la laringe, de ahí pasan por la tráquea hacia los bronquios, bronquiolos y finalmente llegan a los alveolos pulmonares, lugar donde se lleva a cabo la oxigenación de la sangre. Al pasar por todas estas estructuras, estas sustancias tóxicas se pueden depositar en cada una de las células a su paso y convertirse en un factor de riesgo para enfermedades de dichas estructuras. También al igual que el oxígeno, las sustancias tóxicas en forma de gas logran penetrar los alveolos y pasar hacia la sangre, logrando dispersarse en todo el cuerpo a través de su transporte en el torrente sanguíneo.

Uno de los principales efectos del tabaquismo es el daño a los vasos sanguíneos. Las sustancias tóxicas al ser transportadas en los vaso sanguíneos, generan daño sobre las células que recubren la luz de dichos vasos. Este daño, junto con otros factores de riesgo, favorece la aparición de placas de ateroma compuestas principalmente de colesterol que ocluyen lentamente la luz de los vasos sanguíneos y con ello favorecer todo tipo de enfermedad cardiovascular como el infarto agudo al miocardio, la enfermedad arterial periférica y la enfermedad vascular cerebral entre otras. Por ello, aunque usted fume “poco” o solo en algunas ocasiones, aumenta su riesgo de enfermedad cardiovascular y la probabilidad de muerte prematura. De igual manera, fumar favorece el aumento del colesterol LDL que es responsable de la formación de las placas de ateroma mencionadas anteriormente, y con ello el aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular. Y no solamente aumenta su propio riesgo, sino que las sustancias tóxicas del humo que se exparse alrededor puede alcanzar a otras personas a su alrededor generando daños similares.

Otro cambio que genera el tabaquismo es que cuando una persona fuma, aumenta su frecuencia cardiaca, es decir, hace que los latidos del corazón sean más rápidos. Este efecto produce que el corazón trabaje más de lo necesario y que en ocasiones desarrolle alteraciones que afecten el ritmo.

Otra consecuencia bien conocida del tabaquismo es su papel como factor de riesgo de múltiples tipos de cáncer. El solo fumar aumenta el riesgo de padecer algún tipo de cáncer, no solamente de pulmón, sino que de múltiples órganos entre los cuales destacan el cáncer de laringe, el cáncer de boca y garganta, el cáncer de páncreas, el cáncer de vejiga, el cáncer de riñón y el cáncer cervicouterino.

También el tabaquismo aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias crónicas, entre las cuales destaca la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en sus variedades de bronquitis crónica o enfisema pulmonar. En estas enfermedades existe un daño directo sobre los pulmones que impide la adecuada respiración y oxigenación de la sangre. Esta disminución de la oxigenación de la sangre no solo genera síntomas como disnea y tos con expectoración crónica, sino que desencadena una serie de mecanismos de compensación para afrontar la disminución de la oxigenación de la sangre que a la larga generan mayor daño sobre el corazón y los vasos pulmonares, predisponiendo para la aparcición de insuficiencia cardíaca o hipertensión pulmonar.

Debido a todo lo anterior el tabaquismo es un factor de riesgo para múltiples enfermedades crónicas y graves a distintos niveles. Se le considera una causa de muerte prevenible.

eventos trombóticos, es decir con la generación de coágulos dentro de las arterias. Por eso fumar aumenta el riesgo de un infarto cardiaco o cerebral.

El tabaquismo también aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, entre ellas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema y desde luego cáncer pulmonar. De igual forma fumar se asocia también a otras variedades de cáncer, de las cuales destacan el cáncer de laringe, boca, garganta, páncreas, vejiga, riñón y cérvix.

No disminuya su calidad de vida y la de las personas que lo rodean. Opte por mejorar su salud y prolongar su vida. La mejor solución es dejar de fumar. Aquellas personas que dejan de fumar previenen una muerte temprana. Busque apoyo de un profesional, quien seguramente estará dispuesto a ayudarle. Platique sobre el tema y pida alternativas para dejar de fumar.

Sabemos que no es sencillo, pero tampoco imposible. La decisión de dejarlo es un buen comienzo.


Referencias:


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